SECRETOS Y MISTERIOS DE LAS OFRENDAS
Como es bien sabido, ninguna ceremonia puede principiar sin antes dar su ofrenda a Exú. Exú como guardián de los caminos es quien tiene poder para abrirlos o cerrarlos. Es el portero o guardián entre los dos mundos, él vigila cada esquina, nos limpia toda nuestra basura energética y nos protege de nuestros enemigos.
Hay una curiosa representación de estas entidades; muchas veces portan consigo un tridente. Y por asociación de ideas junto a conceptos populares pensamos inmediatamente en el Pedro Botero -suponemos que este es uno entre tantos de los nombres que daban las brujas al Diablo en sus reuniones; Pedro Labrador, el Paletas, el Mandinga, Diañu, Dianche, etc.- con el que nos atemorizaban de pequeños si nos negábamos a comer o a irnos a dormir cuando nos lo mandaban. Se daba por hecho que "lo ni-ño ma-lo" (no es un error ortográfico si no una burleta de cómo los adultos se referían a nosotros cuando éramos más moviditos) iban al Infierno, concretamente al rincón donde se encontraban las calderas de Pedro Botero, el cual les arrojaba en el caldo hirviendo y les pinchaba con el tridente. Esta es una leyenda, qué duda cabe, formulada por la tradición cristiana que ha representado al Diablo con cuernos y rabo como emblema de la brutalidad y las pasiones animales, y con el tridente como símbolo de la agresividad y del atentado a la integridad física. Pero en la línea que en este momento estamos aquí estudiando el concepto de todos estos elementos es muy otro: lo que Exú sostiene en una de sus representaciones se asemeja más al azadón de un campesino que a un tridente propiamente dicho. Y lo mismo que aquel lo utiliza para apartar la paja no necesaria, Exú usará lo que nosotros creemos un tridente para levantar la basura astral y limpiarnos de ella. Pero todo este planteamiento será ya materia de un estudio aparte que haremos más adelante acerca del papel de Lucifer en la linea quimbanda (que no tiene nada que ver con el Lucifer del cristianismo ni con el de la angelología). Para tranquilizar las conciencias de aquellos que todavía no conocen bien el tema lo llamaremos Exú Maioral que es como un sinónimo. Hoy vamos a centrarnos exclusivamente en el tema de las ofrendas.
LO QUE SE OFRECE A LAS ENTIDADES
No lo dudo: os estáis preguntando qué ofrecerles a las entidades y qué pedirles. Vamos por partes:
Exú y Pombagira. ¿Qué ofrecen?
Todo lo que todo ser vivo necesita no para ser más feliz si no para crecer y evolucionar. Ellos y ellas son los monitores de nuestra existencia y a la vez nuestros mayores maestros. Junto a ellos podemos aprender de las experiencias vividas y podemos madurar. Nos enfrentamos a las más duras pruebas de la existencia, aprendemos que no todo en la vida es un jardín de leche y miel, y que debemos crecer tanto interior como exteriormente. Disponemos de su protección, pero también nos preparan para la dura vida que debemos vivir en todos los aspectos. Ellos no te apartarán las piedras del camino ni "enviarán un ángel a recogerte antes de que tu cuerpo caiga a las piedras" que eso podría ser otra metáfora; ellos estiman que nos hemos de pegar el proverbial batacazo para desarrollar nuestra intuición y estar más atentos. Y lo cierto es que bajo la guía, la asistencia y la tutela de ellos estos conocimientos maduran más rápidamente.
Y de eso trata el culto quimbanda; de descubrir, de madurar, de aprender de lo "malo" que nos sucede y de salir de la zona confortable para poder acostumbrarnos a los caminos difíciles y de este modo una vez alcanzada nuestra meta tener la satisfacción de haberlo logrado nosotros solos.
A los que piensan introducirse en esta linea de culto y de trabajo tan solo porque se han sentido seducidos por la posibilidad de hacer "una macumba" o "un hechizo con la pombagira" yo les diría:
—Si lo que buscas es que te den caramelos y te hablen del cielo, no te metas en esto.
Cada vez que realizas un trabajo en esta línea con estas entidades asumes la responsabilidad de ayudarlas en su evolución y en consecuencia de recibir tú su ayuda evolutiva.
Exú y Pombagira. ¿Qué demandan?
Atención. Cuidado. Respeto. Amor. Lo mismo que a cualquiera de nosotros nos agradaría recibir. Ellos tienen mucho de humanos por la sencilla razón de que han sido humanos antes. No olvidemos que una pombagira es una mujer real que ha vivido ya o que vive actualmente. Pombagira María Padilha, por ejemplo, fue Marié Padillé cuando estaba en la tierra. Era la esposa de Pedro I el Cruel y luchó por los derechos de la mujer, de ahí que se le hagan pedidos frecuentemente por problemas de matrimonio. Pero quizás seguís preguntándoos: ¿qué hay que ofrecerle exactamente?
Lo que las entidades tomarán serán las energías y las esencias espirituales, y también revestirá importancia la intención con que les demos las ofrendas. Hay quien les ofrece maíz tostado y hay quien les ofrece dulces y licores, ello varía de acuerdo con la tradición que en cada templo se siga. Una ofrenda "descafeinada" por así decir puede ser realizada por cualquiera cuando el pedido sea un tema común y cotidiano (mejora de la situación económica, búsqueda de empleo, salud, amor, estudios, etc.) y una ofrenda de animales deberá llevarse a cabo por grupos organizados cuando se trate de un problema importante (un juicio del que depende la vida de una persona que está en la cárcel o un maleficio de gran envergadura que no ha sido derrotado por otros tipos de destrabe más sencillo, por citar dos ejemplos).
No hace muchos días una persona a la que atendimos lloraba porque sin querer había roto una pombagira que tenía en su casa. Según decía, la pombagira se iba a enfadar y le iba a atacar. Intentamos tranquilizarle valorándolo como un accidente que le podía haber ocurrido a cualquiera. Espero no ser irreverente con las entidades ni ofender a nadie diciendo esto: aunque representa a una entidad que desempeña un papel importante... físicamente no deja de ser una estatua.Y tan cierto como que la tierra es redonda es que las cosas se estropean de tocarlas tanto y que las figuras se pueden caer de su altar, de su estante o de cualquier lugar donde las tengamos si las colocamos demasiado cerca del borde. Pero esta persona tenía tan arraigada su creencia en estas entidades que en lugar de entenderlo como un error involuntario se montó su película. Y según cómo y cuándo una fe ciega (en todo) tampoco es muy sana para nuestra estabilidad emocional.
Mi forma de agradecerles el favor concedido es depositar una moneda, una botella de anís, una caja de bombones y un velón negro por abajo y rojo por arriba.
Podemos brindarle una ofrenda sencilla al iniciar la petición y una ofrenda mayor y más detallada cuando la petición obre favorablemente. O bien darle pequeñas ofrendas periódicamente como un acto de devoción y una ofrenda más grande en el momento que vayamos a pedirle algo en concreto.
En los manuales sobre cómo hacer trabajos de quimbanda se expone que para Exú debemos poner bebidas secas de alta graduación: ron, coñac, whisky, aguardiente de caña o vodka mientras que a Pombagira debemos ofrecerle bebidas dulces como champagne, sidra, anís, licor 43 y bebidas dulces en general, aunque también le gusta todo lo de Exú.
Lo hasta aquí expuesto son los elementos de los que tomarán su energía o su esencia espiritual.
Para dar luz a las entidades dispondremos de sus velones correspondientes: rojo por abajo y negro por arriba para Exú y negro por abajo y rojo por arriba para Pombagira.
(En otro artículo hablaremos de los trabajos, para qué sirven y cuántas clases existen).
Lo importante es que cuando hagamos una ofrenda la hagamos de corazón. Y sería bueno también que trabajara nuestra intuición y lo que brindáramos lo brindáramos por amor y por ser lo que hemos sentido. Y que no todo lo que hagamos sea: "porque ahí lo pone, porque el libro te lo dice, porque me han dicho, por que me han dicho y porque me han dicho". Y este comportamiento es lo que dice el Maestre Joan Bosch: nos dejamos mucho guiar por los sentidos. Y no somos conscientes de cuántas veces vamos como robots a repetir un ritual que hemos leído en un libro sin pararnos a meditar en todos y en cada uno de los pasos o de los elementos de los que se compone.
Una ofrenda puede estar motivada por algún tema que nos esté dando que pensar o ser un acto meramente de devoción. En ambos casos hemos de tener conciencia de que nos estamos dirigiendo a unas entidades que nos van a acompañar en nuestro cometido y que nos van a guiar en todos los aspectos de la vida. Es importante respetar a las entidades si realmente se quiere establecer un vínculo con ellas y decidimos que nos acompañen en nuestro viaje por la vida terrenal.
Ultimamos este artículo con un breve comentario que espero responda a las preguntas que soléis formularme en el grupo: ¿y las ofrendas dónde hay que hacerlas? ¿Se pueden hacer en casa?
Si esperas que responda a la segunda pregunta, no te lo recomiendo. A no ser que se trate de un espacio que hayas previamente purificado y desafectado, y ya lo hayas consagrado para destinarlo exclusivamente a rituales y trabajos. Una ofrenda siempre es mejor realizarla en un templo. Muchas personas que anhelan a sus difuntos y son reticentes a dejarlos ir -como sería tan deseable como prudente- cometen un error: encenderles velas en el propio hogar junto a sus retratos y dejarles pan, leche y fruta. En nuestra opinión no es nada recomendable hacer esto; ya hemos señalado que de las ofrendas emana energía que les sirve de alimento a las entidades. Cuando se deposita una ofrenda el espíritu acude al lugar donde esta se halla para tomar su energía y tal vez allí se quede esperando nuevas energías. Si estas no se le dan puede pasar a convertirse en un parásito astral y con el tiempo debilitar a los habitantes de la vivienda succionándoles su energía. Muchos fenómenos de casas infestadas de espíritus tienen su origen en estos hechos; se han vinculado fuertemente a la vivienda y están tomando las energías de los inquilinos. Si la situación se agrava puede producirse un comportamiento inesperado en el mejor de los casos y hechos desagradables en el peor. Por eso insisto, las ofrendas en los templos o en su defecto en una zona verde con mucho pasto envueltas en una bolsa negra.
En un próximo artículo hablaremos de la naturaleza y los papeles de los exús y las pombagiras.